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Escribir es hacer un Striptease emocional

Escribir es hacer un Striptease emocional

A lo largo de mi paso por Clubs de lectura y en mi Taller de escritura me he encontrado a personas con miedo a confesar que escriben en la intimidad. Quizás porque escriben sobre algo muy personal, o quizás porque tengan miedo a las críticas y a sentirse heridos ¿Te ha pasado eso a ti alguna vez?

Primero me gustaría tener en consideración que el acto de escribir es en su totalidad algo íntimo, privado, introspectivo. Una puede tener un cuaderno secreto precisamente porque nadie sabe que existe y plasmar ahí todo lo que le apetezca como si fuera su psicoanalista o quizás con mayor libertad aún. El hecho de saber que nadie, absolutamente nadie lo va a leer da una libertad emocional enorme y de eso estamos muy faltos en general ¿no te parece?

Si lo haces por eso, como una válvula de escape, mi consejo es que lo sigas haciendo porque seguro que te hace mucho bien.

Hay otro tipo de personas que empiezan a escribir en esa “libreta clandestina” que mencionaba antes pero que un día sin saber cómo ni porqué le preguntan a un ser cercano si les gustaría leer algo que un día escribieron. Es como empezar a asomar tímidamente una uñita del pie. Quizás tu caso es este o quizás te encuentras pensando a quién podrías enviarle alguno de tus textos para que te dé su opinión.

Por mi experiencia en el Taller de Escritura Terapéutica me he dado cuenta de cuanto bien hace compartir lo escrito. Y esto se debe a que al hacerlo se libera algo dentro de ti, quizás una emoción, una experiencia que te costó superar, una idea que no te atrevías a confesar por miedo y cuando la liberas deja de controlarte y se produce el efecto sanador.

Si sientes el impulso de mostrarlo, aunque seguramente te asuste, mi consejo es que lo hagas en un taller con otras personas a las que no conoces ya que en este espacio se crea un lugar seguro, de confianza en el que nadie te va a juzgar.

También puedes compartirlo con alguna persona de tu círculo de confianza o con algún familiar pero mi experiencia me dice que a veces existen temores a que esa persona, con la que tenemos lazos creados de amistad y amor, y que nos conoce muy bien, nos diga algo hiriente o simplemente por complacernos, porque nos quieren, nos “doren la píldora”.

Otra manera de hacerlo es a través de las redes sociales. Conozco a algunas personas que han empezado tímidamente a publicar textos, poemas, frases, fragmentos en tus redes y han observado la reacción del su público. Me comentan que les hace bien hacerlo de esta manera, que se sienten bien.

Te ofrezco hacerlo a través de la página de Instagram del Club de Escritoras Salvajes, puedes entrar y ver los textos de todas personas que han querido hacerlo a través de esta vía en la que encontrarás fragmentos de textos que se han escrito con carácter terapéutico. Quizás te ayude leerlos ya que los textos que leemos pueden aliviarnos, podemos encontrar que alguien ha dicho y sentido aquello que tenemos dentro y aún no hemos expresado. 

Para mi escribir es siempre autobiográfico aunque se escriba ficción siempre hay detrás del tema, de los personajes, las ideas, las obsesiones, los detalles…cosas que al escritor le tocan, le inquietan, le interesan…

Sí, escribir es hacer un streaptease emocional, en mi opinión, pero se puede hacer una forma muy delicada, muy sutil, escogiendo las palabras, parándonos más en unas zonas que en otras y siempre podemos elegir hasta dónde queremos enseñar; puede ser solo una pierna, el torso o quizás sea un streaptease integral y dejes ver todo tu corazón: eso lo decides tú.

¿Quieres compartir tus textos inspirarte y compartir con otras personas que están como tú?

Únete al Taller Escritura Salvaje, haz clic para ver más info y apuntarte a la lista de espera.

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